
Esta
notita la escribí cuando Macri, en su campaña proselitista, se abrazo con una
nena “latina” hay, por Soldati o Lugano, muy cerca de donde en estos días esta
mostrándose como lo que siempre fue, un fachito.
Comprate
un pobre.
No
para sodomizarlo.
Ni
para explotarlo.
Ni
para esclavizarlo.
Ni
extraerle la "plusvalía" al "viejo estilo siniestro".
Nada
de eso mis pinches cuates.
Comprate
un pobre para usarlo como "decorado".
Como "telón
de fondo".
Como "escenografía".
So,
so lejano quedo el tiempo en que los pobres éramos el "ejercito
de reserva".
¡Caguémonos bien de la risa!
Ya
ni siquiera servimos como "excluidos".
Se
cumple la profecía de Berni.
Los
pobres somos cartón pintado de vivos colores.
Ya
ni siquiera somos actores de reparto.
Miralo
a Macri.
Y
su "nena adorno".
Bue...,
Macri tiene todos los domingos a una miríada de boludos que hacen de telón de
fondo a sus negociados futboleros.
Se
hacen llamar "la 12".
Pero
no lo invento Macri.
El
pinche, puto, cabron solo lo expone desvergonzadamente en este mundo - imagen.
Lo
de ser nada mas que una triste foto lo invento el eunuco de Perón.
"de casa al trabajo y del trabajo a casa".
Y
la mística peronista.
Una
cagada sin igual.
Comprate
un pobre.
¡¡¡Y twininzalo!!!!
Comprate
un pobre y paséalo por la alfombra roja.
Pobres
como "walpapers".
La "reificación
de la reificación".
Como
diría el pensador argento Carlitos Bala: "la historia se da una vez como tragedia y otra
vez como Gran Hermano".
Los
quiero un poco.